Sala de Prensa

Por este motivo, apoyamos las concentraciones que tendrán lugar este mes de febrero, en aras de lograr un SNS fuerte, con profesionales reconocidos y unas condiciones laborales dignas.   

El nuevo Estatuto Marco impone medidas inaceptables que atentan contra los derechos de los facultativos y dificultan aún más la ya precaria situación de la sanidad pública. Entre los aspectos más preocupantes destacamos:

Exclusividad obligatoria y limitaciones injustificadas:

• Se obliga a los médicos recién egresados del MIR a trabajar en régimen de exclusividad en la sanidad pública durante cinco años, limitando su derecho a la libre elección de empleo y desincentivando su permanencia en el SNS, fomentando la fuga de profesionales a otros países o al sector privado, agravando la crisis de falta de facultativos en el SNS.
• Se penaliza a los médicos que soliciten reducciones de jornada para la conciliación familiar, que perderán el derecho a ejercer en la sanidad privada. Esta medida afecta principalmente a mujeres médicas, suponiendo un grave retroceso en materia de igualdad y conciliación laboral.
• Se impide la compatibilidad público-privada a jefes de servicio y directivos, sin compensaciones económicas por esta restricción, ni alternativas que eviten la fuga de talento.

 Falsa reforma de las guardias médicas:

• El nuevo Estatuto no elimina las guardias de 24 horas, pues se siguen manteniendo en la práctica. Se establece que la jornada de guardia será de 17 horas, se elimina la jornada ordinaria del día de guardia para los médicos, pero se les obliga a recuperar esas horas otro día. Además, se elimina el cómputo del saliente de guardia como tiempo trabajado, afectando su descanso y calidad de vid
• No se reduce la sobrecarga laboral, sino que la incrementa, ya que os médicos terminan trabajando más horas en total
• No se reconoce la guardia como jornada extraordinaria, a pesar de que se realizan fuera de la jornada habitual.
• Las guardias médicas y horas extraordinarias siguen sin computarse como tiempo trabajado para la jubilación ni reciben una retribución justa.
• No se plantea mejoras en la regulación de las guardias localizadas, manteniendo la incertidumbre y la falta de compensación adecuada por disponibilidad.

Falta de reconocimiento de la formación y especialización médica:

• El nuevo texto elimina referencias específicas a las funciones y responsabilidades propias del médico en el SNS, generando ambigüedades en la asignación de tareas y competencias y diluyendo el papel del médico y facultativos en la estructura sanitaria.

• Se adopta un nuevo sistema de clasificación profesional basado en el Marco Español de Cualificaciones (MECU), sin reconocer adecuadamente la formación especializada ni las competencias adquiridas a lo largo de la carrera médica y la especialidad.
• Se eliminan referencias a las responsabilidades propias del médico en el SNS, lo que podría generar ambigüedades en la asignación de tareas y competencias.
• Reducción de la capacidad de gestión y liderazgo: No se mencionan de manera explícita las funciones de coordinación, liderazgo clínico y toma de decisiones médicas dentro del SNS. Se establece un marco de regulación donde los médicos pueden ver reducida su participación en la planificación y gestión sanitaria, pese a ser los principales responsables de la atención clínica.
• A pesar de los cambios en la estructura profesional, no se contemplan mejoras retributivas asociadas a la nueva clasificación acorde con la formación, responsabilidad y carga asistencial de los médicos.

Este ataque a la profesión médica no solo es injusto para los profesionales, sino que tendrá un impacto negativo en el Sistema Sanitario Público: Desprestigio de la profesión médica y desmotivación del personal, aumento de la fuga de médicos y crisis de personal, sobrecarga asistencial y deterioro de la atención sanitaria, dificultad para cubrir puestos de responsabilidad y gestión, desigualdad territorial y pérdida de equidad en la atención sanitaria, entre otros.