Mucho que reflexionar en el Día Mundial de la Salud y Seguridad en el trabajo, en plena pandemia de coronavirus
Desde el año 2003, y a propuesta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se señalaba el 28 de abril como el Día Mundial de la Salud y Seguridad en el trabajo, haciendo hincapié en la prevención de los accidentes y las enfermedades en el lugar de trabajo y apoyándose en las características tradicionales que fortalecen su acción: el tripartismo y el diálogo social.
El Día Mundial de la Salud y Seguridad en el Trabajo consiste en una campaña anual internacional para promover el trabajo seguro, saludable y decente, que culmina el 28 de abril con varios objetivos, entre ellos, y de extrema importancia, sensibilizar a la población sobre cómo conseguir que la actividad laboral sea segura y saludable, y sobre la necesidad de darle un mayor peso político a la seguridad y la salud en el trabajo, integrándola a todos los niveles en la empresa.
Este año 2020, a casi 25 años de la publicación en España de la Ley 31/95, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales, y como cada Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, desde CSIT UNIÓN PROFESIONAL queremos conmemorar este día; en esta ocasión, afrontándolo con alguna luz y múltiples sombras debido a la pandemia de coronavirus que venimos sufriendo y que en los últimos meses ha cambiado drásticamente nuestras vidas, hasta el punto de que va a reformular los paradigmas sociales y laborales a nivel mundial, haciéndonos tomar conciencia de una nueva percepción de las obligaciones preventivas.
En CSIT UNIÓN PROFESIONAL vivimos una etapa negra, con muchos compañeros que han sufrido contagios, entre otras causas, aunque especialmente, por la ausencia, retraso y/o escasez de elementos preventivos (EPIs) que han provocado, sobre todo en el colectivo de profesionales de los ámbitos sanitario y sociosanitario, unos niveles de afectación extremadamente altos en esta pandemia que tantas víctimas se está cobrando; a ello se han unido los desencuentros entre las distintas administraciones públicas que han provocado un evidente perjuicio para el trabajador, en particular, y a la sociedad en su conjunto, aumentando la desinformación en materia de seguridad y salud, con cambios constantes en los procedimientos a seguir, y en unos momentos en que tan necesario se hacía dotarnos de seguridad y no aumentar el peligro ni generar mayor incertidumbre.
Y si hay una luz en esta dramática situación, es la de haber sido capaz de poner en la mente de todos la importancia que tiene la instauración de medidas preventivas, su repercusión social y la impregnación que esta filosofía ha tenido en el imaginario colectivo. Desde CSIT UNIÓN PROFESIONAL, pensamos que la prevención salva vidas, mejora las condiciones de trabajo y tiene una repercusión positiva en la seguridad y salud de los trabajadores, en particular y en la población, en general, por lo que seguiremos trabajando incansablemente para que vaya calando en las administraciones públicas, organizaciones empresariales, instituciones y la sociedad en su conjunto, porque hay mucho por hacer y todos debemos implicarnos.
De estas situaciones catastróficas hemos de sacar, pues, experiencias positivas y avanzar, instaurando la prevención en todas las facetas laborales y sociales. Se trata, en suma, de potenciar la información y formación de trabajadores, de permitir, sin cortapisas, a los Delegados de Prevención que ejerzan su imprescindible labor dentro de la empresa, que no se escatimen recursos económicos en materia preventiva y que se dote adecuadamente a los Servicios de Prevención de todos los recursos humanos y materiales precisos para que puedan ejercer esa labor preventiva que salva vidas y mejora la salud de los trabajadores. En esta pandemia que se ha cobrado tantas vidas, queremos, por encima de todo, aprovechar para honrar su memoria. Se han perdido muchas batallas… pero seguro que al final ganaremos la guerra, desde la prevención y la unidad.